Título: El Spleen de París
Autor: Charles Baudelaire
Categoria: Literatura
Idioma: Español
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El Spleen de París Charles Baudelaire
EL SPLEEN DEPARÍSCHARLESBAUDELAIREEL SPLEEN DE PARÍS3A ARSÈNE HOUSSAYE
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Mi querido amigo, le envío una obrita que notiene ni pies ni cabeza porque aquí todo es pies ycabeza a la vez, alternativa y recíprocamente. Considere las admirables comodidades que ofrece a todos esta combinación, a usted, a mí y al lector. Podemos cortar donde queremos, yo mi ensueño, usted el manuscrito y el lector su lectura, porque nosupedito su esquiva voluntad al hilo interminable deuna intriga superflua. Sustraiga una vértebra y losdos trozos de esta tortuosa fantasía se unirán sinesfuerzo. Córtelo en muchos fragmentos y verá quecada cual puede existir separado. Con la esperanzade que algunos de estos pedazos sean lo bastantevívidos para gustarle y divertirlo, me atrevo a dedicarle la serpiente entera.CHARLES BAUDELAIRE4Tengo una pequeña confesión que hacerle. Hojeando por lo menos una vigésima vez el famosoGaspard et la Nuit de Aloysius Bretrand (¿acaso unlibro que conocemos usted yo y algunos amigos notiene todo el derecho a ser llamado famoso?) se meocurrió intentar algo parecido y aplicar a la descripción de la vida moderna -mejor dicho, una vidamoderna y más abstracta- el procedimiento que élaplicó a la pintura de la vida antigua, tan extrañamente pintoresca.¿Quién no ha soñado el milagro de una prosapoética, musical, sin ritmo y sin rima, tan flexible ycontrastada que pudiera adaptarse a los movimientos líricos del alma, a las ondulaciones de la ensoñación y a los sobresaltos de la conciencia?Esta obsesión nace de frecuentar las grandes ciudades, del entrecruzamiento de sus incontables relaciones. También usted, mi querido amigo, trató detraducir en canción el grito estridente del vidriero y deexpresar en prosa lírica sus desoladoras resonanciascuando atraviesan las altas brumas de la calle y llegan a las buhardillas.A decir verdad, temo que mi celo no me hayatraído felicidad. Apenas iniciado el trabajo me dicuenta de que estaba muy lejos de mi misterioso yEL SPLEEN DE PARÍS5brillante modelo y que además hacía algo -si puedellamarse algo a esto- singularmente diferente. Esteaccidente enorgullecería a cualquier otro, pero humilla profundamente a un espíritu para quien el másgrande honor del poeta es cumplir exactamente conlo que había proyectado hacer.Su muy afectuosoC. B.
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