Título: La Conjuracion de Catilina
Autor: Caio Salustio Crispo Listar as obras deste autor
Categoria: Literatura
Idioma: Español
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La Conjuracion de Catilina Caio Salustio Crispo
LA CONJURACIÓNDE CATILINACAYO SALUSTIOLA CONJURACIÓN DE CATILINA
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3PRÓLOGOMi intento en esta traducción es que puedan losespañoles, sin el socorro de la lengua latina, leer yentender sin tropiezo las obras de Cayo SalustioCrispo. Su hermosura, su gracia y perfección handado en todos tiempos que admirar a los sabios, loscuales a una voz le han declarado por el príncipe delos historiadores romanos. Ninguno de ellos es tangrave y sublime en las sentencias: tan noble, tan numeroso, tan breve y, al mismo tiempo, tan claro enla expresión. En él tienen las palabras todo el vigory fuerza que se les puede dar, y en su boca pareceque significan más que en la de otros escritores: tanjusta es la colocación y tan propio el uso que hacede ellas. Aun por esto, son casi inimitables susCAYO SALUSTIO4primores, y no es menos difícil conservarlos en unatraducción. Pero si en algún idioma puede hacerse,es en el español. A la verdad nuestra lengua, por sugravedad y nervio, es capaz de explicar con decoro yenergía los más grandes pensamientos. Es rica,armoniosa y dulce; se acomoda sin violencia al girode frases y palabras de la latina; admite su brevedady concisión, y se acerca más a ella que otra alguna delas vulgares. Bien conocieron esto los sabiosextranjeros que juzgaron desapasionadamente; y aunhubo entre ellos quien la vindicó de ciertahinchazón y fasto, que algunos le han queridoinjustamente atribuir. Por otra parte, los geniosespañoles aman de suyo lo sublime y no secontentan con la medianía, y así nuestros escritoresde mayor crédito se propusieron imitar a Salustio,con preferencia a César, Nepote, Livio y demáshistoriadores latinos; como se echa de ver en donDiego de Mendoza, Juan de Mariana, don CarlosColoma, don Antonio Solís y otros. Pedro Chacón yJerónimo Zurita le ilustraron con eruditas notas. Ycuando todavía los griegos no habían renovado enel Occidente el buen gusto de la literatura, ya entrenosotros Vasco de Guzmán, a ruego del célebreFernán Pérez de Guzmán, señor de Batres, había
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